Guía de reciclaje: ¿qué tipo de envases podemos reciclar y cuáles no?

¿Sabías que los tubos de pasta dental o los tickets del supermercado no son reciclables?

Si eres una persona responsable con el medio ambiente, imagino que estarás familiarizado con el reciclaje pero, ¿te has planteado alguna vez si realmente lo estás haciendo correctamente? Atento a lo que te contamos a continuación, pon en práctica los cambios y serás un experto del reciclaje.

¿POR QUÉ RECICLAR LOS ENVASES? 

Con cada envase que reciclamos contribuimos a mejorar la calidad del aire que respiramos, puesto que reducimos las emisiones de CO₂, además de ahorrar materias primas y energía. El ciclo del reciclaje empieza en casa. Separa los envases y deposítalos a los contenedores de recogida selectiva correspondientes. De esta manera, ¡estarás ayudando a mantener el aire limpio!

LATAS, BRIKS Y ENVASES DE PLÁSTICO, SIEMPRE AL CONTENEDOR AMARILLO

  • ENVASES METÁLICOS

Latas de conservas y bebidas, bandejas de aluminio, aerosoles y tapones metálicos de botellas y puedes.

  • BRICS

Brics de zumos, leches, vinos, batidos, caldos, gazpachos, etc

  • ENVASES DE PLÁSTICO

Botellas de agua, refrescos y leches, de productos de limpieza, hielos de baño, colonias y champús; bolsas de congelados; tarrinas de mantequilla y yogures; bandejas de poliestireno, envoltorios de plástico, bolsas de aperitivos y de golosinas y las bolsas de plástico.

Para que el reciclaje sea más efectivo, vacía bien y trata de limpiar los envases antes de llevarlos a los contenedores.

¿QUÉ NO PODEMOS DEPOSITAR AL CONTENEDOR AMARILLO?

No deposites nunca ropa, vidrio, cartón, materia orgánica ni otros objetos que no sean envases. Si mezclas estos residuos con los envases del contenedor amarillo, malograrás el esfuerzo que han hecho otras personas.

ENVASES DE CARTÓN Y PAPEL, SIEMPRE AL CONTENEDOR AZUL

  • ENVASES DE CARTÓN

Puedes reutilizar las bolsas de papel que te dan en las tiendas para guardar los envases de cartón, muy plegados, y llevarlo todo junto al contenedor azul. Todos los envases de cartón que utilizamos se pueden reciclar: cajas de galletas, cereales, productos congelados, zapatos, hueveras de cartón, etc.

  • TODO TIPO DE PAPEL

Diarios, libros, revistas y bolsas de papel.

Puedes reutilizar las bolsas de papel que te dan en las tiendas para guardar los envases de cartón, muy plegados, y llevarlo todo junto al contenedor azul.

¿QUÉ NO PODEMOS DEPOSITAR AL CONTENEDOR AZUL?

No deposites nunca el papel de aluminio, brics, pañales, servilletas y pañuelos de papel sucios, cartón y papel manchados de grasa o aceite. Los tickets o recibos de papel fax tampoco son reciclables porque están hechos de papel térmico, además de ser muy tóxicos. Otra cosa que se suele reciclar erróneamente son los envases y prospectos de los medicamentos, estos no serían reciclables ya que estarían contaminados por el propio medicamento.

ENVASES DE VIDRIO, BOTELLAS, FRASCOS Y BOTES, SIEMPRE AL CONTENEDOR VERDE

  • ENVASES DE VIDRIO

Puedes depositar cualquier botella de vidrio, los frascos de cosmética y de colonia y también los botes de mermeladas y conservas.

Para facilitar el reciclaje de estos envases hay que depositarlos limpios al contenedor sin tapones de ningún tipo, que se tienen que depositar al contenedor amarillo.

¿QUÉ NO PODEMOS DEPOSITAR AL CONTENEDOR VERDE?

No deposites nunca; bombillas, tubos fluorescentes, porcelana, cerámica, vidrio de ventanas o espejos, vasos, copas de cristal, tapones, corchos, tapones metálicos de los envases de vidrio, etc.

¿DÓNDE DEPOSITAS EL RESTO DE RESIDUOS?

Todos los residuos que no sean envases o que no tengan un sistema específico de recogida en tu municipio se tienen que depositar al contenedor de restos o llevarlos al punto limpio, como por ejemplo: los pañales, trapos viejos, restos de vajillas y cubiertos, juguetes estropeados o rotas, espejos rotos, objetos de plástico o metal que no sean envases, desechos médicos, etc.

Cuando no tengas claro dónde depositar un residuo, consúltalo en tu ayuntamiento o llévalo al punto limpio. 

PUNTO LIMPIO

El “punto limpio” son lugares especiales donde se recogen de manera gratuita los residuos que, por su medida o peligrosidad, no se pueden depositar a los contenedores habilitados en la calle.

Algunos de estos residuos serían los electrodomésticos y aparatos electrónicos, pequeñas cantidades de escombros domésticos, CD, cintas o casetes, muebles y enseres, pinturas y barnices, restos de poda. También, aceite doméstico, bombillas y fluorescentes, pilas y baterías, móviles, textil y calzado donde no haya sistemas de recogida específicos.

El envase solo entrará en el proceso de reciclado si lo depositas al contenedor adecuado. Porque gracias a tu colaboración, reciclar es posible.

¿CÓMO EVITAR RESIDUOS EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE?

El zero waste o cero residuo es la estrategia que busca integrar expertos en el manejo de residuos para evitar la llegada de basura a vertederos municipales.

El movimiento residuo cero busca cambiar de mentalidad (más sostenible), de hábitos (más responsables) y de modelo de producción, embalaje y consumo (menos, muchos menos residuos).

En Naturalicia buscamos la reutilización de los productos para que no vuelvan a la naturaleza en forma de residuos o basura. En este nuevo paradigma, el ciclo de vida de los objetos se alargaría con el reciclaje y exige incluir en su composición la mayor cantidad posible de materiales biodegradables que no dañen el planeta. Un modelo muy diferente al de la mayoría de productos envueltos o fabricados en plásticos (que tardan entre uno y cuatro siglos en degradarse) y otras sustancias contaminantes.

CINCO ERRES, CERO RESIDUOS

El modelo se resume en estos conceptos:

  • Rechazar lo que no se necesita.
  • Reducir lo que sí se necesita.
  • Reutilizar todo tipo de materiales, envoltorios y envases (con la recomendación de consumir productos de segunda mano).
  • Reciclar, todo aquello que no se pueda ni rechazar ni reducir.
  • ‘Rot, la palabra inglesa que define la acción de descomponer o compostar la materia orgánica para obtener abono natural.
Y dando un paso más allá, la apuesta sería otra; no solo las cinco erres en el consumo, sino el cambio de paradigma hacia la economía circular: un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear valor añadido y extender el ciclo de vida de los productos.

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